En la institución educativa José Eustasio Rivera de la ciudad de Neiva existe un espacio llamado "El cementerio" en donde reposan partes de computadores viejos (monitores, CPU, mouse, teclados, entre otras), instrumentos musicales (especialmente instrumentos de golpe) y restos metálicos como pupitres, mallas, tubos. El grupo aprovechando el conocimiento de sus integrantes sobre el tema de soldadura y manejo de piezas metálicas quiere que ese lugar deje de ser un "cementerio" y pase a convertirse en un taller donde se puedan recuperar y reutilizar gran parte de las piezas metálicas que allí llegan.